¡Qué fuerza misteriosa es el amor, que me obliga a amar a mi enemigo! (William Shakespeare, Romeo y Julieta).
Nunca me paré a pensar como iba a morir. Pero, seguramente, morir en lugar de una persona, alguien al que se ama, me parece una buena forma de acabar. (Stephanie Meyer, Crepúsculo).
Zorbas permaneció allí contemplando a la gaviota, hasta que no supo si fueron las gotas de lluvia o las lágrimas las que empaparon sus ojos amarillos de gato grande, negro y gordo, de gato bueno, de gato noble, de gato de puerto
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